Hoy sabemos que esa inconfundible voz que interroga es la de Edgar Valdéz Villarreal, cuyo peculiar apodo, “La Barbie”, estaría presente por mucho tiempo en los medios de comunicación que, aterrorizados, advertían que con ese interrogatorio videograbado el crímen organizado había rebasado una peligrosa línea.
La imagen pertenece a un video grabado en Mayo de 2005 y los cuatros hombres sometidos al interrogatorio eran miembros de la banda de “Los Zetas” secuestrados en Acapulco por la banda rival: el Cartel de Sinaloa.
La jugada estaba muy bien pensada por su autor. “La Barbie” mandó la grabación por correo a periódicos estadounidenses y fue el “Dallas Morning News” quien lo publicó censurado unos meses después. La noticia trascendió hasta los principales noticieros mexicanos donde el video íntegro y sin censura fue mostrado con horror.
Era la primera vez que un video de esas características se mostraba en México y, con ello, inició una nueva época para el crímen organizado en el país: el Narcoterrorismo.
Atrás quedaban las ejecuciones “limpias”, los pistoleros discretos, y el respeto a la familia. Los códigos de violencia que por décadas habían prevalecido en el narcotráfico mexicano tendrían que re-escribirse.
Ahora las ejecuciones iban a ser más gráficas, mas contundentes y más mediáticas. Ya no bastaba con dejarle claro un mensaje a un rival, sino que también había que dejárselo claro a quienes lo protegían y, sobre todo, a la sociedad para que todo mundo supiera los peligros que corrían quienes desafiaban al que mandaba en la plaza.
Del simple tiro de gracia se pasó a dejar mensajes en cartulina sobre los cadáveres, a las ejecuciones videograbadas, la detonación de granadas de fragmentación en lugares públicos, las decapitaciones y hasta la compra de desplegados del crímen organizado en los diarios más importantes del país.
Esta escalada de la violencia tiene nombre, apellido y alias. Y es que en cada línea que se rebasaba, figuraba Edgar Valdez Villarreal “La Barbie,” un sicario que desde un principio mostró una gran capacidad para usar los medios de comunicación en la difusión de sus asesinatos.
Valdez Villarreal poseía una especial agudez para dotar a sus ejecuciones de características que serían enfatizadas por la prensa para acaparar las portadas. Explotaba el morbo que prevalecía en los criterios editoriales y así, mediáticamente, su nombre fue ganando fuerza en el mundo de la criminalidad.
La primera vez que el sobrenombre de “La Barbie” llegó a los medios de comunicación fue el 10 de Octubre de 2004 fue impactante. Ese día, periódicos de circulación nacional como La Jornada y El Universal publicaron la nota del hallazgo de 5 hombres ejecutados dentro de una casa en Nuevo Laredo. Junto a los cadáveres había dos cartulinas verde fosforescente con mensajes escritos en marcador. Eran las primeras narco cartulinas de las que se tenía registro en México.
“Este mensaje es para ti Chapo Guzmán y para ti Arturo Beltrán Leyva”, decía una. La segunda: “Manda más pendejos de éstos pa matártelos, jotos Barby y Lucio El Sol”.
La comunicación entre carteles se había vuelto pública. El mensaje fue captado, pues la imagen de los cuerpos ensangrentados junto a las cartulinas circuló por la prensa de todo el país. Los ejecutados en Nuevo Laredo eran sicarios del Cartel de Sinaloa.
Y es que en Nuevo Laredo, Tamaulipas, el Cartel de Sinaloa buscaba arrebatar la plaza al Cartel del Golfo cuyo brazo armado, “Los Zetas”, buscaba defender a sangre y fuego su posesión. Esa batalla terminaría por cambiar muchas cosas en el nivel de la violencia en México y por generar odios cuyas facturas siguieron cobrándose muchos años después.
La célula de sicarios del Cártel de Sinaloa que combatía en Nuevo Laredo era coordinada por “La Barbie”, que conocía perfectamente el terreno, por ser nativo de Laredo, Texas, y además contaba con el perfil adecuado del sicario por la contundencia de sus operaciones y su actitud sanguinaria.
De ahí que su apodo apareciera en aquella primera cartulina junto al de otro sicario del Cartel de Sinaloa, Lucio Martínez Manríquez, “El Sol” quien fue ejecutado en Septiembre de 2005.
Los mensajes siguieron, y “La Barbie” ordenaba venganzas cada vez más violentas contra “Los Zetas” o contra quienes los protegían. En Febrero de 2005 fueron encontrados en la autopista Monterrey-Nuevo Laredo, los cuerpos ejecutados de dos personas. Los cuerpos fueron acompañados de una cartulina firmada por Valdez Villarreal que decía “Arriba Sinaloa, Checo Villarreal (King Kong ), Édgar Valdez (Barby ), Fer González (Sol ), no se metan ojetes”.
La guerra por Nuevo Laredo se recrudeció y cuando “La Barbie” tomó el mando de los sicarios del Cartel de Sinaloa en 2005, la cifra de homicidios en la ciudad se triplicó. Según el INEGI, en 2004 se registraron 50 homicidios en la ciudad, y en 2005 ya con “La Barbie” plenamente en funciones la cifra se disparó hasta 158. A esas cifras habría que sumar una considerable cantidad de desaparecidos.
“La Barbie” recibió un golpe fundamental cuando su hermano y colaborador en su célula, Armando Valdez Villarreal, fue levantado y ejecutado por ordenes de Miguel Treviño Morales, el “Z40”, cabecilla de “Los Zetas” en Nuevo Laredo. Este hecho generó un profundo odio entre ambos sicarios y fue ahí cuando “La Barbie” planeó el video del interrogatorio y ejecución de cuatro Zetas en Acapulco, donde preguntó a uno de los cuativos que porqué habían levantado a su hermano.
“La Barbie” también comenzó a realizar acciones en Monterrey donde su paso generó un considerable incremento de la violencia, situación que era inédita para la ciudad regiomontana.
En Nuevo Laredo, el 2 de Agosto fueron encontradas dos personas ejecutadas junto a una cartulina con un mensaje escrito en marcador y con faltas de ortografía que decía “Pinche Barby y Arturo Beltrán; ni con el apollo de las fuerzas especiales de apoyo van a entrar ni matando jente hinosente”. Otra imagen que circuló con fuerza por varios diarios del país.
A pesar de la brutalidad que “La Barbie” y sus sicarios desataron en Nuevo Laredo, no pudieron quedarse con la plaza y, peor aun, “Los Zetas” comenzaron a enviar comandos hasta Acapulco, plaza del “Cartel de Sinaloa”, para tratar de apoderarse del puerto. Los cuatro zetas que aparecen en el video del interrogatorio fueron de los primeros tamaulipecos detectados y levantados por Valdez Villarreal en el puerto guerrerense.
El video se graba en Mayo de 2005 y con ello “La Barbie” escaló su nivel de terror. Sin embargo, no conforme con ello, Valdez Villarreal fue el primero en rebasar otra línea en la historia de la violencia del narcotráfico en México.
El 2 de Agosto de 2005, una célula de sicarios del “Cartel de Sinaloa” detonó 2 grandas de fragmentación en un palenque atestado de gente en Tonalá, Jalisco.
Se trataba del primer atentado conocido en el país en que un grupo del narcotráfico detonaba granadas en un lugar público. Aunque nunca hubo una confirmación oficial, diversas fuentes aseguran que tanto “La Barbie”, como Lucio Martínez Manríquez, “El Sol” fueron los responsables del atentado.
En el palenque murieron 4 personas y hubo, al menos, 25 heridos. El objetivo de “La Barbie” era eliminar a varios integrantes de los Valencia, miembros del “Cartel del Milenio” que estaban presentes en el lugar.
El uso de granadas de fragmentación era todavía reducido. Se habían utilizado en algunos combates en Nuevo Laredo, pero su uso en lugares públicos era todavía inédito y ese día de 2005 en Tonalá se marcaba el inicio del uso indiscriminado de granadas en México. Hoy el estallido de estos artefactos en lugares públicos es situación casi cotidiana en varias regiones del país, como Tamaulipas.
Por esos mismos días, comenzaba con gran intensidad la guerra del “Cartel de Sinaloa” para defender Acapulco ante el embate del “Cartel del Golfo”. La brutalidad del mensaje enviado por “La Barbie” a través del video, provocó la rabia de los tamaulipecos.
El 6 de Agosto en Acapulco, “el Cártel del Golfo” envió un mensaje a través de un escolta que liberaron luego de una ejecución.
“Me dijo que les dijera (a los medios de comunicación) que ya están aquí en Guerrero con 120 elementos de Los Zetas de Tamaulipas; que reciban saludos del señor Goyo Sauceda, ¡arriba Tamaulipas!, nada más. Es todo lo que les puedo comentar,” informó el rehén liberado.
Se desató la guerra entre las 2 bandas y Guerrero vivió un clima de violencia inédito. El odio que nació en Nuevo Laredo entre los sicarios de “La Barbie” y los tamaulipecos de Miguel Treviño “Z40” se trasladaba a un nuevo frente de guerra con muchas venganzas pendientes.
En Nuevo Laredo habían escalado la violencia hasta romper códigos no escritos en el narcotráfico, al atentar contra las familias de los rivales que antes se habían considerado intocables. Se había escalado también en el nivel de desplante en los mensajes con las cartulinas y los videos, pero aun faltaba más y en Acapulco se seguirían rebasando líneas.
Aunque el video realizado por “La Barbie” se había grabado en Mayo de 2005, es hasta Diciembre de ese mismo año que comienza a circular en los medios de comunicación nacionales ya sin la censura inicial.
En 2006, ya peleando en Guerrero, Valdez Villarreal se iba a convertir otra vez en el pionero de una escala más de terror. Fue el iniciador en las decapitaciones de sus rivales, exponiendo sus cabezas en lugares públicos acompañados de mensajes en cartulinas.
El 21 de Abril de 2006 los medios nacionales reportaban el hallazgo en Acapulco de 2 cabezas humanas que habían sido dejadas en una reja del muro de acceso a las oficinas de la Secretaría de Finanzas del Gobierno de Guerrero.
También fue dejada una cartulina roja con un mensaje en marcador negro. La frase escrita, se convertiría en la firma de “La Barbie” repetida en muchas ejecuciones al paso de los años. La frase era clara y concisa: “Para que aprendan a respetar.”
Una de las cabezas pertenecía a Érik Juárez Martínez, nativo de Nuevo Laredo, quien era uno de “Los Zetas” que peleaban en Acapulco. Con los cuerpos, también se encontró una lista con 23 nombres de policías y civiles, con la leyenda: “estos son los que siguen”. El cuerpo de Juárez Martínez presentaba la marca de una Z en la espalda hecha por sus ejecutores.
Era la primera vez que se usaba la decapitación entre bandas del crímen organizado en México y, al igual que las cartulinas y las granadas, dicha práctica iba a proliferar con los años.
El 26 de Mayo de 2006, y a unas semanas de las elecciones presidenciales, Edgar Valdez Villarreal, “La Barbie” daba nueva cuenta del manejo propagandístico que lo caracterizaba al firmar la publicación de un desplegado a página completa en el Diario Milenio que iba dirigido a la Coparmex, al gobernador de Nuevo León, Natividad González Parás, a los entonces candidatos presidenciales y a la ciudadanía en general.
“No es la intención de limpiar mi reputación, ni tampoco pretendo excusarme de la responsabilidad que a mí me corresponde (…) sólo estoy alertando (…) del gran cáncer que representan Los Zetas, ya que cualquier territorio que pisan, lo convierten en una zona de muerte siempre con el afán de querer achacarme sus acciones”, dice.
“Convoco al nuevo sexenio que se aproxima, y al hombre que se le deposite la confianza para encabezarlo por medio del sufragio, tenga el valor para hacer prevalecer el estado de derecho, mismo que debe regir de manera igualitaria, un sexenio que contenga acciones contundentes y firmes para acabar con ese gran cáncer de narco-secuestradores y asesinos de mujeres y niños”, dice en un desplegado publicado el día de hoy en el periódico Milenio.
Acusaba también a la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) de la PGR, y a las autoridades de Nuevo León de ser cómplices de “Los Zetas” y de permitirles la libre entrada a la plaza.
Bajo la firma de Valdez Villarreal, dejó la frase en latín: “La ley es dura, pero es la ley”.
Con las muestras de brutalidad que “La Barbie” había desplegado en Nuevo Laredo, Nuevo León y Acapulco, su nombre ya aparecía con fuerza en la opinión pública y comenzaba a ser uno de los criminales más buscados en el país, por lo que la carta llevaba la intención de distraer la atención y deslindarse de la ola de terror de la que él había sido un detonador.
Mientras tanto, en Acapulco iban a continuar las decapitaciones. El 29 de Junio de 2006, en una de las escalinatas del Palacio Municipal de Acapulco, fue encontrada otra cabeza humana. Al lado había una bolsa y una cartulina naranja con un mensaje: “Lascano para que me sigas mandando más pendejos de tus Gafes” y al final del texto una “Z”.
El mensaje iba dedicado a Heriberto Lazcano Lazcano “El Lazca”, cabecilla de “Los Zetas.” Y los Gafes a los que se hace referencia eran los elementos del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales del Ejército Mexicano, que habían desertado de la milicia para unirse al “Cartel del Golfo” y crear “Los Zetas.”
La cabeza pertenecía a Hugo Carpio Herrera quien, efectivamente, había pertenecido a los Gafes del Ejército Mexicano, de donde se había dado de baja un año antes para incorporarse a “Los Zetas.”
Por la dedicatoria del mensaje no cabe duda que las decapitaciones fueron ordenadas por “La Barbie.”
Dos días después, se encontraron otras dos cabezas humanas sobre un muro de la Secretaría de Finanzas de Guerrero en Acapulco, con un letrero que decía: “Un mensaje más mugrosos, para que aprendan a respetar. Z”
Otra vez, la frase que se convertía en la firma de “La Barbie”
La violencia genera más violencia, y el terror también termina generando más terror. “Los Zetas” no tardaron en contestar con la misma brutalidad. El 21 de Julio de 2006, en cinco bolsas de plástico, fue hallado un hombre descuartizado, en una carretera de Guerrero.
Dentro de una de las bolsas estaba una cartulina con un mensaje escrito: “Ahí está tu gente, aunque te proteja la AFI, soldados y otras corporaciones sigues tú Édgar Valdez Villareal, Arturo Beltrán Leyva y Lupillo. Tu sigues riendo pero te voy a matar: La Sombra.” En la parte de atrás de la cartulina había pintada una Z.
Las viejas deudas de Nuevo Laredo y Monterrey entre “La Barbie” y “Los Zetas” aun seguían cobrándose.
En Monterrey fue hallado el cuerpo de un hombre decapitado con dos mensajes. El primero decía: “estos son los que andan haciendo los homicidios en Nuevo Laredo y en la plaza de Guadalajara, bajo el mando de Efraín, ‘El Beto’ y ‘El Pipo’; son gente del Chapo.” El segundo mensaje decía: “las matazones se van a acabar cuando el gobierno agarre a “La Barbi,” Arturo Beltrán, y a su gran protegido “El Chapo.”
En cuestión de semanas, cadáveres decapitados o descuartizados comenzaron a aparecer en varias regiones del país. Otros grupos criminales como el naciente cártel de “La Familia Michoacana” habían tomado el ejemplo de “La Barbie” para intimidar a sus rivales. “La Familia” ordenaría decenas de decapitaciones en Michoacán, llegando al grado de irrumpir en un antro en Uruapan y dejar 5 cabezas humanas en la pista de baile ante la mirada horrorizada de quienes se divertían en el lugar.
En tan sólo 2 años, conforme “La Barbie” ascendió en la escala de poder, el nivel de violencia del narcotráfico aumentó exponencialmente.
Ese fenómeno coincidió con él éxito de las redes sociales en Internet. Nunca antes había sido tan fácil subir un video o una foto y exponerla a millones de ojos en el país. De inmediato, los grupos criminales usaron herramientas como YouTube o los blogs para enviar sus mensajes de terror.
Tanto “La Barbie” como “Los Zetas” publicaron en YouTube más videos en que rivales eran interrogados y decapitados frente a la cámara.
Al final, los legados de la mente criminal de Edgar Valdez Villarreal redefinieron el narcotráfico. “La Barbie” fue el primero en detonar granadas en lugares públicos y años después grupos criminales usarían granadas contra la población civil en los festejos de un 15 de Septiembre. “La Barbie” fue el primero en grabar y difundir una video ejecución, y posteriormente, decenas de video ejecuciones del crimen organizado proliferaron en la red.
El precio de la vida humana en México se abarató como nunca antes. Al cobijo de la impunidad, se seguirían rebasando líneas. En 2010 se comenzaron a usar coches bomba en Ciudad Juárez y en Tamaulipas, así como los asesinatos de alto perfil como alcaldes o candidatos a gubernaturas.
Está claro que, desde hace unos años, vivimos en la época del narcoterrorismo en México. Situaciones que ya vivieron países como Colombia o Perú, donde el presidente peruano Belaunde Terry definió el narcoterrorismo como “el uso sistemático de amenazas y actos violentos por parte de los traficantes de droga, y de sus eventuales socios terroristas nacionales o trasnacionales, para influir en las políticas gubernamentales.”
Pero el concepto de terrorismo es algo mucho más básico. Un acto terrorista es toda acción u omisión tendiente a hacer sentir a otro ser humano miedo o temor por perder la vida.
Tarea en la que Edgar Valdez Villarreal era un especialista, y un pionero. No hay duda que “La Barbie” es el padre del narcoterrorismo en México.
Videos mencionados en el texto (Imágenes muy fuertes. Vealos bajo su propio riesgo.)
- Grabado en Mayo de 2005 Cuatro miembros de “Los Zetas” son interrogados por “La Barbie.” Al final, uno de ellos es ejecutado frente a la cámara.
- Manuel Méndez Leyva, trabajador de “La Barbie” es decapitado frente a la cámara.
- Grabado en 2007, un miembro de “Los Zetas” es interrogado y decapitado frente a la cámara. El video habría sido realizado por “La Barbie”
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