En los últimos días, el influyente Wall Street Journal publicó una nota sobre Tamaulipas que tituló "El Estado de Anarquía del Norte de México."
Señala que "algunas partes de México están atrapadas tan profundamente en la violencia que el gobierno parece casi inexistente. Esto es especialmente cierto en lugares norteños como Ciudad Mier y el estado de Tamaulipas."
Describe la penetración del crimen organizado en la sociedad e instituciones del gobierno y, aunque no califica a México de estado fallido como país, sí plantea el término para la región de Tamaulipas y cuestiona a funcionarios al respecto:
A pesar de esos horrorosos logros, Alejandro Poiré, vocero del Presidente Felipe Calderón en cuestiones de seguridad, rebate la noción de que Tamaulipas esté cayendo en la anarquía. "Tamaulipas no es un estado fallido," dice. "El crimen organizado ha sido combatido con fuerza y determinación." Dice que Tamaulipas sigue ofreciendo servicios públicos, recauda impuestos y organiza elecciones. Nota que la violencia está concentrada en ocho de los 43 municipios, y que las autoridades se han anotado un número de éxitos contra los capos de la droga.
El gobernador saliente Eugenio Hernández también dice que los problemas del estado se han exagerado. "Estamos lejos de ser un estado fallido," dijo el Sr. Hernández entrevistado en la capital Ciudad Victoria. "Estamos trabajando. Tenemos orden. Hay algunos eventos aparatosos, pero la mayoría de la gente no tiene problemas."