Que la actual estrategia para combatir el narcotráfico debe consistir primordialmente en erradicar la pobreza, argumentan muchos. Sin embargo, el narcotráfico recluta cada vez más a la clase media y cada vez de maneras más relacionadas a la imagen que a la necesidad.
Valdría la pena analizar cuánto de la captación del narcotráfico se alimenta de la pobreza, y cuánto obedece a un aspecto aspiracional, es decir, a la atracción hacia un estilo de vida.
Por supuesto que erradicar la pobreza debe ser prioritario en cualquier estrategia, pero en este tema es fundamental combatir la narco cultura pues el estilo de vida que persigue ha sido un arma de seducción muy poderosa en el reclutamiento de elementos jóvenes hacia el crimen organizado. Jóvenes que no buscan dinero para comer o subsistir, sino que lo buscan para ser alguien, para ser temido y respetado en su colonia. Para acomodarse en el estereotipo que se pregona en los corridos.
Los Gorras brillosas
Al menos en Reynosa el fenómeno de los “gorras brillosas” es cada vez más emblemático del aspecto cultural del narcotráfico.
Estos “gorras brillosas” son la escala jerárquica más baja de las organizaciones. Generalmente suelen trabajar como “halcones” realizando una labor de espionaje y alertando a sus superiores de la presencia cercana de algún operativo federal. Se colocan en cruces de avenidas importantes, gasolinerías, tiendas de conveniencia, mercados, se hacen cargo de algún puesto de piratería y desde allí realizan su labor.
Suelen ser jóvenes cuyas edades van desde la adolescencia hasta la mitad de los 20s y parecen todos cortados por la misma tijera. Usan gorras y camisetas estilo Ed Hardy de colores exuberantes, incrustaciones de pedrería y lentejuela. La mayoría usan tanto la gorra como la camiseta en el mismo estilo recargado, creando una saturación de ornamentos que resulta casi “churrigueresca.”
A los que logran superar las escalas más bajas, sus jefes les han dado una “troca” para patrullar. Pero, además, su léxico –lo habíamos mencionado en otro texto- cambia para adoptar expresiones propias del gremio. Ya no está listo, ahora dice estar “al 100” o estar “bien pilas.”
Moda que viene de Sinaloa
Esto no es gratuito ni es casual. Se han disfrazado cumpliendo casi al pie de la letra con un estereotipo bien definido que ha venido dictándose desde los corridos y los metroflogs. Es una moda que, como casi todo lo cultural del narco, nació en la capital de Sinaloa hace unos años.
En Marzo de 2009, un bloguero en Internet firmó bajo el nombre de “Sinaloense” un comentario que refleja a la perfección dicho estereotipo:
“La imagen del narcotrafico cambió, al menos aquí en Sinaloa. Las camisas de seda Versace con la vírgen estampada ya quedaron atrás. Esta generación viste Dolce Gabanna, Armani, Gucci, entre otras marcas prestigiadas de difícil acceso a la población en general. Es el nuevo giro de la narco cultura en altos rangos. Los de abajo son los que usan ropa Ed Hardy. Aquí en Sinaloa llamados buchones. Siempre con el Nextel en la mano y en la otra una tecate estacionados en sus camionetas escuchando corridos, aunque no muy bien acepatos por la sociedad. En cambio los de alto nivel, casi ‘empresarios’, entran a todos lados con alfrombra roja.”
Este perfil descrito por “Sinaloense” hace ya casi año y medio, es el estereotipo que ya se propagó a Tamaulipas y que puede ser visto prácticamente en cualquier esquina seguido casi al pie de la letra.
En Reynosa cada fin de semana se lleva a cabo el “rol” en la llamada zona dorada de la ciudad. Jóvenes que salen en sus autos a dar la vuelta “para ver a quien ven.” Hoy como parte del paisaje urbano del “rol” reynosense son infaltables los “gorras brillosas” parados junto a su “trocona” estacionada, “pisteando” y con la respectiva música alusiva a todo volúmen.
La propagación del estereotipo
Este estereotipo se ha llamado con varios nombres en diversas regiones del país. En Sinaloa se les bautizó como “buchones” y en otros lugares les llaman “mangueras.”
Y es que Tamaulipas no es al único lugar al que la narco cultura del “buchón” se ha “exportado”. En Enero de 2010, Guadalupe Beltrán analizó el mismo estereotipo en Tijuana. Escribió un decálogo para definir lo que es un joven “manguera.” Los 10 pasos para ser “manguera”, explicaba, son estos:
1.- Vestirse con ropa de marca, especialmente Ed Hardy.
2.-Tener algún narcotraficante como ídolo.
3.-Escuchar narcocorridos
4.-Usar rosarios, no como un símbolo de religiosidad, sino como un accesorio.
5.-Pasearse en carro del año.
6.-Usar prendas con calaveras y brillantes.
7.-Creerse parte de algún cártel de la droga.
8.-Juntarse con gente que sólo pertenece al mismo grupo social.
9.-Ostentar un vocabulario rico en palabras altisonantes.
10.-Poseer nextel como símbolo de status social.
Es significativo que los estereotipos de la narco cultura en Sinaloa se hayan propagado hasta Tamaulipas casi al pie de la letra.
Y es que son roles aspiracionales. No es falta de opciones en los jóvenes, sino que desechan cualquier otra opción para tomar la que les seduce y les tienta. Una forma de vida donde sueñan con ganar, no lo indispensable para subsistir, sino grandes cantidades para andar en la “trocona,” con ropas finas, una botella de Buchanan’s, mujeres, y ser “respetado” cuando entran a un lugar. Sueñan con ser un “pesado.”
Narco Corridos, Internet y Metroflogs
En la propagación de este estereotipo, el internet ha jugado un rol fundamental, pues ha sido a través de los narco corridos y los metroflogs como ha ido, literalmente, ganando terreno.
Juan Carlos Ramírez-Pimienta es profesor e investigador de asuntos fronterizos en San Diego State University. Es un estudioso del narco corrido y se considera a sí mismo un narcocorridólogo.
Su trabajo arroja mucha luz para entender el fenómeno cultural del narco corrido. Su texto “Tres Momentos de la Narco Cultura en México” es ya un referente en la documentación sobre el tema. En él, Ramírez-Pimienta asegura que dicho género musical data desde 1930 en México, año en que se realizó el narco corrido más antiguo que se tenga documentado.
Pero también refiere el académico que a mediados de los 80s, inspirado en la figura de Rafael Caro Quintero, el narco corrido cambió.
“La temática pasó de ser el narcotráfico, sus peligros y aventuras para convertirse en una canción que enfatiza la vida suntuosa y placentera del narcotraficante,” refiere en su texto el investigador. “El capital simbólico del héroe del corrido había sido tradicionalmente la valentía por sobre todas las demás virtudes. Ahora, el tener dinero y gastarlo a manos llenas se ha convertido en la nueva medida de heroicidad en una sociedad cada vez más empobrecida.”
El narco corrido también explica el fenómeno del “buchón/manguera/gorra brillosa.”
Una búsqueda rápida en internet arrojó al menos 15 narco corridos en que se hace referencia a vestir estilo Ed Hardy, portar el radio y andar “al 100”
Fragmentos de 4 narco corridos:
“Como todos los de mi ‘clika’ se distingue por la forma en que se visten. Todos usan ropa Ed Hardy, Christian Audigier portan radio, celulares y su fierro no deja nunca nunca de brillarle. Cargadores tienen varios hasta pa tirar pa arriba pero del morral solamente lo sacan si los necesitan.”
“Una playera Ed Hardy, de marca su pantalón, con los cristales ahumados su radio Nextel sonó, el plebe le hizo un encargo Chuyito se lo mandó”
“Camisa Ed Hardy, perfume de marca italiana me pongo en la noche para visitarla en el carro mas perro que tengo en mi casa. Pistola fajada y la gorra toda adiamantada en mi bolsa mi radio y billetes en pacas, para complacerle todo a las chamacas.”
Por años se ha debatido sobre el rol del narco corrido en la criminalidad. Se le ha considerado apología del crimen, y se le ha intentado prohibir. Otros aseguran que la música no alienta la criminalidad.
A veces, las imágenes dicen más que mil palabras y vale la pena ver este video donde jóvenes criminales de apariencia “clase mediera” colocan narco mantas mientras se festejan a sí mismos cantando corridos.
Los Metroflogs
Son bitácoras personales en internet que el usuario alimenta diariamente con una foto, un texto y donde los visitantes le dejan una firma o mensaje.
Estos espacios son un fenómeno en Sinaloa donde hay, por ejemplo, espacios dedicados a alabar a los hijos de los grandes capos.
Apellidos como Zambada, Guzmán, Araujo, Félix o Torres son comunes entre los jovenes que suben fotos. Discuten quién es la nueva novia de Serafín Zambada, hijo del Mayo. O si Archibaldo Guzmán, hijo del Chapo, fue visto en su Ferrari o en su Lamborghini. O ponen la foto de fulanito conviviendo en su avión particular, o la nueva cirugía plástica de alguna hija de capo.
Cuando algún pudiente joven no es reconocido en la foto, no faltará quien pregunte “¿A qué linaje pertenece este plebe?” Linaje. Como si se estuviera hablando de la nobleza de alguna casa real europea. Pero es que, en realidad, los hijos de los capos son la nobleza de Culiacán. La prensa rosa en internet no habla de los empresarios o de los artistas. Habla de los hijos de los barones de la droga.
Los Metroflogs han ido popularizándose hacia abajo en la jerarquía de las organizaciones criminales. En Sinaloa los jóvenes “buchones” comenzaron a abrir sus espacios posando con algún fusil de asalto, vestido en sus prendas estilo Ed Hardy, con su radio y la letra de algún corrido laudatorio a su grupo o jefe.
La moda no tardó en propagarse a Tamaulipas, donde ya pueden encontrarse gran cantidad de espacios con jóvenes posando de la misma manera. O juntan un fajo de billetes, su radio, su escuadra y alguna alhaja, los acomodan cuidadosamente para que transmitan abundancia y le toman la foto.
En otros, alaban a su organización criminal. Los visitantes que comentan lo hacen en el mismo estilo narrativo. “Aquí rayándole, compa. Andamos bien pilas, siempre al 100″
Imagen tomada de un Metroflog de Tamaulipas |
Creo k eso de la imagen mas que la necesidad es muy cierto.. tngo una sobrina k a su hija le compra todo de lujo como si tuviera la solvencia economica suficiente... todo de marca y ahi la veras de repente sufriendo penas para poder pagar sus deudas.. la vanidad supera la necesidad basica y es una cosa diaria que viven los jovenes y niños en dia.. Es por eso que se ven seducidos por el dinero facil y asi obtener lo que les gusta...
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