viernes, 19 de noviembre de 2010

Ser Hombre de Armas: Otra semilla de la violencia


Alguna vez leí las declaraciones de un hombre que fue detenido por traer un fusil Ak-47 o cuerno de chivo en su camioneta. Decía que no trabajaba con la delincuencia pero que siempre ha sido "un hombre de armas".

Todo apuntaba a que, efectivamente, no tenía ningún vínculo con la delincuencia pero, ¿ser un hombre de armas?

¿Qué significa ser un "hombre de armas"?

¿Cómo justifica un hombre traer un "cuerno de chivo" en su camioneta? Si era para cacería, no se necesita un cuerno de chivo para cazar un venado. Si era para legítima defensa es ilegal usar una arma larga para ese fin.

En el país hay personas que, sin pertenecer a la delincuencia, se consideran a sí mismos "hombres de armas." Es parte de la cultura bravía que abunda en ciertas regiones.

Termina siendo un factor que se enquista fácilmente en una sociedad recia y machista, donde quien maneja con familiaridad un fusil automático se vuelve un hombre valiente y bragado en la percepción de su grupo social.



"Un hombre de armas" se ufana al enseñar a tirar a sus hijos desde pequeños, así sean hombres o mujeres. Y como prueba de ello, abundan en YouTube videos de jóvenes que, en un entorno aparentemente serrano, accionan con orgullo sus "cuernos de chivo" al aire hasta agotar el cargador.

Una de las regiones donde abunda este tipo de cultura hacia las armas es en Sinaloa donde se enseña a disparar armas automáticas desde muy jóvenes, no sólo en la serranía, sino también en grandes núcleos urbanos como Culiacán, Mazatlán o Los Mochis. Ahí abunda este arquetipo de hombre bragado en la cultura regional.

Hay otro video en YouTube donde queda claro que los fusiles de alto poder se han vuelto un componente infaltable en los "usos y costumbres" de ciertos grupos sociales afines a este arquetipo bravío.

En la imagen, una pareja de abuelos festeja un aniversario más de bodas. Van caminando por el pueblo en una comitiva que se acompaña de una incansable tambora y que es seguida por familiares, amigos, vecinos y niños. Al paso le van saliendo conocidos con felicitaciones.

Pero lo que llama la atención es como a lo largo de todo el trayecto, los vecinos accionan sus ametralladoras al aire en claro festejo. Las ráfagas de decenas de fusiles automáticos de distintos calibres, así como pistolas, se escuchan al paso de la comitiva. Y quienes desfilan ni se inmutan. Se limitan a voltear sonrientes. Bien acostumbrados al sonido, las armas no los hacen ni pestañear. Son parte del protocolo.

En el video también se aprecia como uno de los acompañantes se envalentona y saca una escuadra del cinturón y dispara al aire hasta vaciar el cargador.

No debe extrañarse que el video haya sido grabado en Badiraguato, Sinaloa, un poblado en lo alto de la sierra que es famoso por haber dado a luz a varios de los capos más importantes en la historia del país.

En Badiraguato nacieron Joaquín "Chapo" Guzmán, los hermanos Beltrán Leyva, Juan José Esparragoza "El Azul", Rafael Caro Quintero y Ernesto Fonseca Carrillo. A unos kilómetros de allí, en el Alamo, nació el Mayo Zambada. Y más allá, en el Guamuchilito, nacieron los Carrillo Fuentes.

Quien nace en la sierra de Sinaloa se ufana de ser entrón, bravo. Se jacta siempre de pelear "pecho a pecho." Esas son las virtudes que se vuelven arquetipo, el perfil ideal, en ciertos grupos sociales de Sinaloa.

Pero se forma entonces una delgada línea entre quien es sólo un "hombre de armas" y quien comienza a usar esas armas como modo de vida. Tan delgada es esa línea, que ha sido cruzada con frecuencia. La sierra de Sinaloa es claro ejemplo.

El aspecto cultural, no debe olvidarse a la hora de combatir la violencia, porque ahí hay una semilla, un aspecto fundacional de muchas de las cosas que hoy padecemos.



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